25 Oct 2021 - De Sorhaya Salazar
Ahorrar requiere esfuerzo, y como cada cosa que requiere esfuerzo nos cuesta. A unos más que a otros, está claro, pero cuesta. La razón de hacer este post, más básico, menos cargado de números, métodos de ahorro, viene tras haber leído una noticia donde indica que el 15% de los hogares en México no tiene ahorrado suficiente para sobrevivir un mes.
En este post vamos a hablar sobre el ahorro: ¿qué es?, ¿cuánto habría que ahorrar?, ¿por qué ahorrar?, ¿cómo hacerlo? El ahorro debería ser el destino final de una parte de nuestros ingresos mensuales, sobre todo porque, lo primero, es asegurarse el futuro.
¿Qué es el ahorro?
Lo primero es tener en cuenta que el ahorro son ingresos que dejamos de utilizar para consumir y reservamos para utilizar en el futuro. El objetivo es que esa parte de ingresos que no destinamos a consumir quede apartada, lejos de nuestro bolsillo, donde el dinero suele durar poco porque nos lo terminamos gastando. Y así poder utilizarlo más tarde ya sea por necesidad, para poder materializar un capricho que parecía imposible sin endeudarse o para tener rentas futuras, por ejemplo.
¿Cuánto debo ahorrar?
La siguiente duda está en ¿Cuánto debo ahorrar? Es una pregunta cuya respuesta nunca será acertada al 100%. Definir una cifra exacta o un porcentaje de ingresos determinado depende de las circunstancias personales de cada uno, pero comúnmente se recomienda ahorrar el 10% de tus ingresos mensuales.
No obstante, da igual cuánto ganemos, con independencia del salario o los ingresos que obtengamos, siempre hay que destinar una cantidad de ese dinero que ingresemos al ahorro. Y esto es una práctica que se debe adoptar desde el primer momento en el que uno se plantea que quiere ahorrar. Es un ejercicio de disciplina difícil, no nos vamos a engañar, pero como todo ejercicio tiene un proceso de adaptación y con un mínimo de voluntad e interés termina por ser realizable.
¿Cómo ahorrar?
Mucha gente ahorra lo que le queda a final de mes en la cuenta, lo cual es un tremendo error, lo primero es apartar ese dinero nada más cobrar y haber pagado alquiler, hipoteca, gastos, lo segundo en este aspecto es determinar la cifra que queremos destinar de nuestros ingresos al ahorro.
No se trata de imponerse una cifra fija para siempre, pero si es verdad que, salvo en circunstancias excepcionales es una cifra que debe crecer, nunca reducirse. Si te suben el sueldo, si tienes más ingresos, o logras reducir tus gastos, aumenta esa cifra y mantenla fija para los siguientes meses. Y muy importante, automatiza el ahorro todo lo posible.
Hoy, las aplicaciones de nuestros bancos donde tenemos la cuenta corriente nos permiten en muy pocos pasos automatizar transferencias sin tener que acercarnos a la sucursal y pedir que nos programen el ahorro.
¿Para qué voy a ahorrar?
Al principio de este post hablábamos de las distintas razones para ahorrar: para utilizarlo en caso de necesidad, para lograr materializar un sueño sin endeudarse (o endeudándose lo menos posible) o tener rentas futuras. Podemos decir que para ahorrar hay tantas razones y motivaciones como personas y circunstancias hay en el mundo.
El ahorro significa un “colchón” para hacer frente al futuro, lo cual nos permitirá mejorar la calidad de vida. Por ello es mucho mejor administrar nuestros recursos de forma responsable en el presente y ahorrar lo suficiente, antes que vivir gastando todo el dinero que ganamos o incluso endeudándonos mes a mes. Ahorrar nos permite vivir desahogados y nos aporta seguridad y capacidad financiera para cumplir tanto metas y deseos como afrontar dificultades económicas imprevistas. El ahorro es un estilo de vida al que toda persona con deseo de tener un «colchón» de dinero debe amoldarse.
Las razones para ahorrar, al fin y al cabo, van con cada persona, sus gustos y sus circunstancias. Desde adquirir una casa, realizar un viaje, gozar de un buen retiro o simplemente atender los imprevistos, todas, sin excepción, son razones que legitiman a toda persona para empezar a ahorrar. Y es fundamental tener razones para empezar a ahorrar. Que cada persona que empieza a ahorrar tenga una motivación es prácticamente básico, pues no hemos venido a este mundo para acumular dinero y riqueza para no disfrutarlo.
Al final, el primer objetivo de ahorrar es garantizarse un ahorro para el futuro, el cual podamos utilizar para tener una vejez digna. No dudes en buscar cuáles son tus objetivos y lánzate a ahorrar para cumplirlos en un futuro lo más cercano posible. Y, sobre todo, mentalízate de que ahorrar es garantizar tu supervivencia.
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